Todos deseamos dedicarnos de lleno a lo que nos apasiona en la vida e ir cumpliendo cada anhelo que tenemos con el objetivo de alcanzar nuestra felicidad. Todo artista que siente lo que hace desea morir en el concepto, ser real.

Debemos cuestionarnos lo moralmente correcto donde muchas reglas impuestas como tales solo son limitantes que dificultan la partida y el camino a tus metas y quizás si las seguimos no llegaríamos lejos. Lo intentamos, fallamos, peleamos y seguimos adelante para alcanzar nuestros sueños cuestionando lo impuesto. Eso es ser gangster, donde el sistema sofoca nuestra pasión e intenta dominar nuestros impulsos. Donde se valora algunos tipos de inteligencia dejando de lado la creatividad y haciendonos creer que estamos fallando cuando en verdad es el sistema quien nos falla a nosotros. Todos llevamos dentro al pequeño gangster hambriento de alcanzar nuestros sueños y la manera decisiva de saber que tan bien nos ira depende del deseo y la pasión, de la intensidad de nuestro interés.